La fractura proximal del húmero es frecuente, especialmente en adultos mayores con osteoporosis, y su manejo adecuado es crucial para la recuperación funcional del hombro. La reducción anatómica permite restaurar la congruencia articular, alinear correctamente los tubérculos y preservar la vascularización de la cabeza humeral, reduciendo el riesgo de complicaciones como la necrosis avascular y las maluniones que limitan la movilidad y generan dolor crónico.
La osteosíntesis estable, generalmente con placas anatómicas bloqueadas, garantiza la fijación adecuada de los fragmentos óseos, permitiendo movilización temprana y mejorando la consolidación. Esto es clave para prevenir complicaciones como pseudoartrosis o rigidez articular, además de facilitar la función del manguito rotador al mantener la anatomía de los tubérculos.
El objetivo final es restaurar la anatomía y permitir una rehabilitación precoz para optimizar los resultados funcionales. Una correcta reducción y fijación asegura una mejor calidad de vida para los pacientes, minimizando las secuelas y el tiempo de recuperación.