La Unidad de Raquis de nuestro Servicio de Traumatología y Ortopedia es un referente esencial que se caracteriza por la prudencia, experiencia, constante actualización y tecnificación. En el tratamiento de la patología del raquis, es fundamental evitar cualquier intervención que pueda empeorar la situación del paciente. Por eso, nuestra filosofía se basa en la prudencia tanto en la toma de decisiones como en la ejecución de las técnicas, siempre optando por intervenciones mínimamente invasivas antes de considerar procedimientos más agresivos. Esta actitud permite preservar la vida útil de los discos, las articulaciones y las vértebras, protegiendo una estructura ya comprometida por las exigencias de la vida moderna, que ha aumentado la prevalencia de problemas en la columna lumbar debido al envejecimiento de la población, las cargas laborales y la práctica de deportes de alto nivel.

La experiencia es un pilar fundamental en nuestra unidad, puesto que nos permite realizar un diagnóstico preciso y ofrecer las soluciones más adecuadas para cada paciente. Esta experiencia nos guía por discriminar entre las diferentes opciones terapéuticas disponibles, asegurando que cualquier intervención esté orientada a reducir riesgos y evitar complicaciones innecesarias. Además, ajustamos nuestros tratamientos según las técnicas más recientes, siempre que éstas hayan sido probadas y validadas a lo largo del tiempo, combinando así innovación con la seguridad y fiabilidad necesarias para garantizar los mejores resultados dentro de los límites biológicos.

La actualización constante es indispensable para poder ofrecer a nuestros pacientes tratamientos que han evolucionado de técnicas abiertas e invasivas a intervenciones percutáneas mínimamente invasivas. Estas nuevas técnicas permiten resolver muchas afecciones dolorosas del raquis con menor agresión y una cicatrización mínima, tanto interna como externa. Esta evolución técnica constituye una parte esencial del armamento terapéutico de nuestro especialista, que debe tener la capacidad de elegir la mejor opción para cada caso, asegurando una atención adaptada a las necesidades específicas de cada paciente.

La tecnificación es otro gran pilar de nuestra unidad. Hoy en día, el tratamiento del raquis requiere tecnología avanzada para la colocación precisa de tornillos, la realización de cifoplastias y vertebroplastias para fracturas, así como para la regeneración discal a través de nucleoplastias de distintos tipos. También utilizamos técnicas avanzadas para mejorar el dolor con procedimientos foraminales y transforaminales, y para la denervación analgésica de las estructuras facetarias y sacroiliacas con múltiples técnicas disponibles. Asimismo, nuestra unidad colabora con procedimientos regenerativos e incorpora las últimas innovaciones en fijación, navegación quirúrgica, neuromodulación y endoscopia de canal para asegurar un abordaje completo y actualizado.

En resumen, la Unidad de Raquis es una parte fundamental de nuestro Servicio de Traumatología y Ortopedia. Nuestra experiencia abarca tanto el tratamiento microquirúrgico de nervios como la reparación de estructuras intradurales y extradurales, y nos proporciona un conocimiento anatómico y biomecánico que nos permite actuar de forma precisa y efectiva. Todo esto lo hacemos respetando los cuatro pilares que consideramos esenciales: prudencia en las indicaciones, experiencia avalada, actualización continua y tecnificación avanzada. Sobre todo, nuestro principal objetivo es garantizar la mínima invasión con la máxima satisfacción para el paciente, ofreciendo soluciones seguras, efectivas y adaptadas a cada necesidad.